sábado, 26 de enero de 2008

Plenilunio


"Alentados por la extrañeza de aquel invierno de neblinas y largas noches de lluvias tan parecido a los inviernos que recordaban los viejos, vivían como en un tiempo denso de pasado, y en él la niña se convertía en una muerta de leyenda antigua de crímenes, de estampa primitiva de santidad y martirio, y el asesino no era un hombre como ellos, un conciudadano turbio y vulgar a quien muchos reconocerían cuando lo detuvieran, sino una sombra nítida y sin rasgos, un fantasma que había actuado sin dejar señales de su improbable consistencia material…”

El día 29 de enero nos reuniremos para compartir nuestras opiniones sobre la lectura del libro. Para mí es un libro sobre el dolor. Un hecho luctuoso, la violación y el asesinato de una niña, hace que se ponga en marcha la investigación para hallar al culpable. Pero esta búsqueda no es lo fundamental en la novela, el lector sabe quién es. Lo fundamental es que el autor nos descubre el dolor secreto de los protagonistas, el inspector, la profesora, el asesino.

Si esto es un hombre


“Enciérrense tras la alambrada de púas a millares de individuos diferentes en edades, estado, origen, lengua, cultura y costumbres, y sean sometidos aquí a un régimen de vida constante, controlable, idéntico para todos y por debajo de todas las necesidades: es cuanto de más riguroso habría podido organizar un estudioso para establecer qué es esencial y qué es accesorio en el comportamiento animal-hombre frente a la lucha por la vida”

Nos reunimos el día 18 de diciembre para comentar el libro. El clima era más relajado que la vez anterior. Nos impresionó la historia por su dureza y a la vez por la frialdad del narrador. Su tema central no eran los tormentos nazis, sino la dura convivencia en el campo de concentración. El hombre se convertía en torturador del semejante en su lucha por la supervivencia.

El lápiz del carpintero


“El humano no es fruto de la perfección, sino de una enfermedad. El mutante del que procedemos tuvo que ponerse en pie por algún problema patológico. Se encontraba en clara inferioridad frente a sus predecesores cuadrúpedos. No hablemos ya de la pérdida del rabo y del pelo. Desde el punto de vista biológico era una calamidad.”

En esta obra hay una visión sin odio de la represión franquista. No es benevolente, sino que se apiada de los represores. En este mundo el lápiz del carpintero actúa como una varita mágica que nos guía.

Nos reunimos el día 7 de noviembre e inauguramos nuestro club de lectura con esta obra. Esperamos que este blog os pueda servir en el camino del disfrute del leer. El libro nos ha gustado, su carga humana, la ausencia de odio en la visión de unos hechos reprobables y la atmósfera mágica y poética que envuelve todo.