miércoles, 20 de febrero de 2008

El abanico de seda


Nadie duda de la potencia económica de China ni podemos dudar de su potencia cultural. La cultura china después de la muerte de Mao se ha abierto a Occidente, en parte por un mayor aperturismo oficial y en parte por el interés que despierta fuera de sus fronteras. Sin embargo, la visión de su mundo se puede hacer desde varios puntos de vista. Escritoras norteamericanas como Amy Tan y Lisa See que se han acercado a ella y otros como Dai Sijie que vivió los rigores de la revolución cultural de Mao han abordado el tema de la china actual desde su residencia en Francia.
El abanico de seda nos relata la historia de amistad entre dos mujeres que aparece condicionada por la situación de la mujer en la China del s. XIX. Esta amistad se desarrolla en un mundo en el que la mujer siempre está sometida, primero a sus padres, luego a su marido y a su suegra. Símbolo de esta sumisión es el vendado de los pies. Este contexto genera que una de las escasas formas de relación de la mujer fuera del ámbito familiar sea el nu shu, una escritura fonética desarrollada por las mujeres. El medio de comunicación entre ellas es precario y lleva a malentendidos. Este es uno de los temas de la novela, el error en la comunicación que traerá la desgracia a sus protagonistas.

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